Esta colección evoca a los años 40 y 50 cuando el mundo estaba colapsado por el paso de la II guerra mundial y el look de la mujer era serio y austero. Las líneas eran rectas, las formas geométricas y los colores oscuros. La cintura se ajusta, el cuerpo se entalla y las curvas se acentúan en un movimiento sensual y elegante. Esta es la inspiración para crear Pretty Office #1, una colección dirigida a mujeres de entra 25 y 50 años de perfil profesional y sofisticado.
En aquellos años este tipo de atuendo no fue lo suficientemente explotado, ya que la mujer de entonces no tenía ni voz ni voto. Mi colección no es para aquellas que se quedan sentadas en el sofá viendo como la vida pasa ante ellas. Estos vestidos son para mujeres guerreras que quieren triunfar y que pueden llegar tan alto como ellas se propongan. Ya no solo son esas secretarias detrás de un gran hombre al que servían un whisky doble en bandeja de plata.
Los vestidos largos recuerdan al glamour de los años 50, de mujeres como Grace Kelly o actrices cuyos rostros protagonizaban películas en blanco y negro. También podemos encontrar faldas con vuelos como con las que correteaba Audrey Hepburn en Vacaciones en Roma.
Mi colección se confecciona con tejidos como el algodón, el cahsmere, seda, o la misma franela que dotan a la mujer de ese toque clásico e intelectual. Colores como el blanco y el negro se combinan con otros más atrevidos como son el rojo, el berenjena o el mostaza.
El mundo de hoy en día es como una gran vinilo que gira gracias a la aguja de los altísimos tacones con los que las estas mujeres pisan el mundo. La música que producen es sensual y sofisticada que recuerda al Jazz y Soul de tiempos pasados.